Reúne todos los ingredientes.

Coloca los garbanzos secos en un recipiente grande y cúbrelos con varias pulgadas de agua fría; deja reposar de 12 a 24 horas. Escurre.

Mezcla los garbanzos, la cebolla, el perejil, el ajo, la harina, el jugo de limón, la sal, el comino, el cilantro, el bicarbonato de sodio y la pimienta de cayena en un procesador de alimentos, raspando los lados del bol según sea necesario, hasta que la mezcla esté finamente molida y se mantenga unida cuando se presiona.

Transfiere la mezcla de falafel a un tazón, cúbrelo con plástico y refrigera hasta que los sabores se mezclen, de 1 a 2 horas.

Calienta aceite en una freidora o sartén grande a 350 grados F (175 grados C).

Divide la mezcla de falafel en 12 porciones y forma una bola con cada una con las manos mojadas.