Lleva el agua a ebullición en una olla grande. Agrega la carne de res, el jengibre, las pimientas de Sichuan, los tsaoko secos, las cáscaras de mandarina secas y las hojas de laurel; lleva la sopa nuevamente a ebullición, reduce a fuego lento y cocina, tapado, durante 2 horas.

Desecha las especias enteras. Sazona el caldo de carne con sal al gusto. Cubre y mantenlo caliente.

Coloca la harina en un tazón grande y mezcla gradualmente con agua. Mezcla hasta que la masa se una; amasa hasta que esté suave, de 15 a 20 minutos. Cubre con plástico y deja reposar durante 15 minutos.

Amasa nuevamente durante 2 minutos; cubre y deja reposar durante 15 minutos.

Amasa una vez más durante 2 minutos. Divide en 4 porciones iguales. Extiende cada porción en una lámina de 1 centímetro de grosor. Unta ambos lados de cada lámina con aceite. Apila las láminas juntas; cubre con plástico y deja reposar durante 10 a 15 minutos.

Llena una olla grande con agua y lleva a ebullición. Agrega el daikon en rodajas y cocina durante 10 a 15 minutos. Retira con una cuchara coladora y escurre bien; resérvalo. Guarda el agua para cocinar los fideos.

Coloca una lámina de masa sobre una tabla de cortar y córtala en tiras de 3 milímetros de ancho. Toma un extremo de una tira en cada mano y estírala hasta que mida entre 30 y 35 pulgadas de largo. Dóblala en tercios y estírala nuevamente a la misma longitud; agítala y golpéala contra la encimera varias veces para alargarla a 2 o 3 yardas. Colócala en el agua hirviendo. Agrega 2 o 3 tiras más de fideos al agua hirviendo; cocina hasta que estén tiernos, de 5 a 10 minutos. Transfiere los fideos escurridos a un tazón para servir.