Pica las pasas, los trozos de piña y las cerezas en trozos más pequeños y transfiérelos a un tazón grande.

Agrega los corintos, la cáscara de naranja y la cáscara de cidra al tazón. Vierte el jugo de naranja, cubre y deja remojar durante 8 horas o toda la noche.

Precalienta el horno a 275 grados F (135 grados C). Coloca una pequeña bandeja con agua en un estante inferior del horno. Forra un molde para pan de 5x9 pulgadas y dos moldes de 3x8 pulgadas con papel pergamino.

Bate la mantequilla en un tazón grande con una batidora eléctrica hasta que esté cremosa. Añade gradualmente el azúcar glas hasta que se incorpore.

Bate las yemas de huevo en un tazón aparte hasta que estén espesas y de color pálido. Agrégala a la mezcla de mantequilla y mezcla hasta que se incorpore. Mezcla la fruta remojada y el jugo de naranja, luego incorpora gradualmente la harina tamizada.

En otro tazón limpio, bate las claras de huevo hasta formar picos. Incorpora las claras de huevo a la masa. Llena cada uno de los moldes preparados hasta 2/3 de su capacidad con la masa.