Lávate las manos con agua y jabón.

Precalienta el horno a 375°F. Rocía ligeramente un molde para hornear de 13x9x2 pulgadas con spray para cocinar. Reserva.

Escurre las espinacas colocándolas en un colador o tamiz sobre el fregadero o presiona con una cuchara para eliminar la mayor cantidad posible de líquido, o exprime el líquido con las manos limpias. Coloca las espinacas en un tazón mediano.

Agrega el requesón, 1 taza del queso mozzarella, orégano y pimienta a las espinacas. Mezcla bien.

Vierte la mitad de la salsa de espagueti en el molde preparado. Agrega agua y mezcla.

Coloca unas 3 cucharadas de la mezcla de queso dentro de cada concha de pasta sin cocer y colócalas en una sola capa encima.

Espolvorea el restante 1/2 taza de queso mozzarella uniformemente sobre la salsa.