Bata las yemas de huevo con 1/4 de taza de azúcar y sal en un tazón hasta que esté suave; mezcle suavemente la crema y el extracto de vainilla. Cuele la mezcla de crema en una taza medidora de líquidos.

Coloque una toalla de cocina doblada en el fondo de una olla lenta ovalada de 6 cuartos para crear una superficie nivelada para que los moldes no se deslicen. Coloque cuatro moldes de 4 onzas sobre la toalla. Llene la olla con suficiente agua para llegar a la mitad de los lados de los moldes.

Vierta la crema uniformemente en los moldes. Cubra con toallas de papel sobre la parte superior de la cubierta de la olla lenta para absorber cualquier condensación durante la cocción; cubra con la tapa para asegurar.

Cocine a fuego bajo hasta que la crema esté cuajada pero se mueva ligeramente, aproximadamente 2 horas.

Transfiera los moldes a una rejilla para que se enfríen completamente, aproximadamente 45 minutos. Refrigere las cremas, destapadas, hasta que estén frías, al menos 3 horas.