En un tazón pequeño, bate el huevo y añade 1 cucharada de leche. Incorpora el pan rallado panko; deja reposar durante 1 minuto para que se ablande ligeramente. Añade la carne molida.

Coloca la cebolla en el procesador de alimentos y tritura hasta que esté finamente picada.

Agrega la cebolla, el queso parmesano, el ajo, la sal y la pimienta al tazón con la carne molida. Usando las manos limpias y guantes, mezcla suavemente. Si la mezcla se siente dura, añade 1 cucharada de leche. Forma bolitas de 1 1/2 pulgadas.

Calienta el aceite y la mantequilla en una sartén pesada a fuego medio. Coloca las albóndigas en una sola capa, sin amontonarlas, y cocina, girándolas y moviéndolas cada 2 o 3 minutos, hasta que estén bien doradas por todos lados, durante un total de 10 a 14 minutos, ajustando la temperatura según sea necesario.