Coloque los trozos de pollo en un tazón. Espolvoree con maicena, sal y pimienta blanca. Mezcle el pollo para cubrir uniformemente y reserve.

Caliente 1 cucharadita de aceite de cocina en una sartén antiadherente pequeña a fuego medio. Agregue el ajo y el jengibre y cocine, revolviendo, hasta que estén fragantes, aproximadamente 1 minuto.

Incorpore la salsa de soja, la salsa hoisin, el vinagre de arroz, el sambal oelek y el aceite de sésamo. Lleve a ebullición y cocine, revolviendo, aproximadamente 1 minuto. Retire del fuego y reserve.

Caliente 2 cucharadas de aceite de cocina a fuego medio-alto en una sartén grande antiadherente o wok hasta que esté muy caliente. Agregue cuidadosamente los trozos de pollo al aceite caliente. Cocine, revolviendo, hasta que los trozos de pollo estén dorados ligeramente por todos lados, de 8 a 10 minutos en total.

Usando una espumadera, retire el pollo de la sartén y agregue las 2 cucharadas restantes de aceite de cocina. Agregue las zanahorias, los chalotes y el brócoli, y revuelva rápidamente y continuamente durante 3 a 4 minutos.

Incorpore la salsa preparada y cocine hasta que las verduras estén tan tiernas como desee, de 2 a 3 minutos.

Coloque la maicena en un tazón pequeño y revuelva con 1 cucharada de salsa de soja. Siga revolviendo hasta que no haya grumos. Agregue la mezcla de maicena a la sartén y revuelva rápidamente hasta que esté bien combinada. Devuelva los trozos de pollo y cocine, revolviendo a menudo, hasta que se calienten, de 2 a 3 minutos.