Tuesta las semillas de calabaza en una sartén seca a fuego medio, revolviendo con frecuencia, hasta que estén ligeramente doradas. Retira, deja enfriar y reserva.

Unta con mantequilla un molde resistente al calor de 8x8 pulgadas y forra con papel pergamino. Añade las semillas de calabaza en una capa uniforme.

Mezcla el azúcar, el jarabe de arce, el jarabe de maíz y el agua en una cacerola de fondo grueso y reserva.

Combina el puré de calabaza y la crema, calentando lentamente en una cacerola pequeña. Prepara la mantequilla, las especias, la sal y el vinagre en platos separados para tener acceso rápido.

Calienta la mezcla de azúcar a fuego medio-alto hasta que hierva, luego reduce a fuego medio. Remueve ocasionalmente hasta que alcance los 245°F (118°C).

Añade cuidadosamente la mezcla caliente de calabaza y crema al caramelo, batiendo para combinar mientras evitas que se desborde.

Cocina la mezcla a fuego medio hasta que la temperatura regrese a 240°F-245°F (115°C-118°C).

Retira del fuego y agrega la mantequilla, las especias, la sal y el vinagre.

Vierte la mezcla de caramelo en el molde preparado lentamente, preservando la capa de semillas de calabaza. Enfría durante 10 minutos.

Espolvorea sal marina en escamas por encima, dejando enfriar a temperatura ambiente. Refrigera durante 30 minutos.