Cubre una bandeja y una placa para hornear con papel pergamino.

Bate el queso crema, el azúcar en polvo y 1/2 cucharadita de vainilla con una batidora eléctrica hasta que estén bien combinados.

Coloca montículos de la mezcla de queso crema sobre la bandeja preparada en 18 porciones. Congela hasta que esté sólido, aproximadamente 1 hora.

Precalienta el horno a 375°F (190°C). Extiende la calabaza enlatada en un plato y sécala con toallas de papel para eliminar la humedad.

Mezcla la harina, 2 cucharaditas de especias para pastel de calabaza, el bicarbonato de sodio y la sal.

Bate la mantequilla a velocidad media durante 30 segundos. Añade el azúcar moreno y 1/4 de taza de azúcar blanco, luego bate hasta que se combine.

Añade la calabaza enlatada y la cucharadita restante de vainilla, luego bate hasta que se combine. Incorpora la mezcla de harina con una cuchara de madera.

Combina los 1/4 de taza restantes de azúcar blanco y 1 cucharadita de especias para pastel de calabaza en un tazón pequeño.

Divide la masa de las galletas en 18 porciones. Aplasta una porción, coloca un montículo de queso crema congelado en el centro y envuelve la masa alrededor para formar una bola.

Rueda la bola de galleta en la mezcla de azúcar, luego colócala en la bandeja para hornear. Repite con toda la masa.