Mezcla la masa harina, la sal y 1/2 taza más 2 cucharadas de agua en un tazón usando las yemas de los dedos hasta que se forme una masa y se separe de los lados, aproximadamente de 2 a 3 minutos. Forma una bola firme y aplastada y divídelo en 8 porciones iguales. Enrolla cada porción en una bola. Mantén las bolas de masa cubiertas con una toalla de papel húmeda mientras las fríes, una a la vez.

Coloca la bola de masa entre 2 hojas de plástico o una bolsa con cierre abierto. Aplana para formar un círculo pequeño de aproximadamente 1/8 a 3/16 de pulgada de grosor.

Calienta el aceite en una sartén a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, desliza el primer círculo. Con mucho cuidado, vierte aceite caliente sobre la parte superior de la cáscara con una cuchara para mantener el aceite circulando sobre la superficie superior. Cuando la cáscara se haya inflado (después de unos 15 segundos), cocina unos segundos más y dale la vuelta, luego cocina otros 30 segundos. Retira con una espumadera y escurre sobre toallas de papel. Repite con cada cáscara.

Cuando las cáscaras aún estén tibias y flexibles, empuja suavemente hacia abajo las partes infladas para crear espacio para los rellenos y dobla ligeramente las cáscaras para plegarlas.