Mezcla agua tibia, azúcar y levadura en un tazón de batidora. Bate y deja que haga espuma durante aproximadamente 5 minutos.

Agrega harina y sal a la mezcla de levadura y mezcla a baja velocidad durante 20 segundos. Amasa a velocidad media durante 5 minutos hasta que la masa esté suave.

Transfiere la masa a un tazón engrasado, cúbrelo y deja que duplique su tamaño (25-30 minutos).

Precalienta el horno a 425°F (230°C). Prepara una bandeja para pizza con spray antiadherente y forma la masa en un diámetro de 15 pulgadas con un borde definido.

Combina bicarbonato de sodio con agua caliente y pincela sobre el borde. Hornea la base durante 8 minutos.

Haz la salsa de queso calentando la leche y derritiendo el queso procesado a fuego bajo. Añade mantequilla, cebolla en polvo, pimentón, ajo en polvo y sal. Bate hasta que esté suave.

Extiende la salsa de queso sobre la base parcialmente horneada. Cubre con queso mozzarella y rodajas de pepperoni, si lo deseas.

Pincela el borde con mantequilla derretida, espolvorea con sal de pretzel y hornea hasta que esté derretido y dorado, aproximadamente 8 minutos.