Calienta la mantequilla en una cacerola mediana a fuego medio. Agrega el ajo y revuelve constantemente durante 1 minuto, teniendo cuidado de no dejar que se dore. Agrega 3 tazas de agua y lleva a ebullición.

Mientras el agua se calienta, bate la harina de maíz, la sal y 1 taza de agua en un tazón para hacer una mezcla suave.

Una vez que el agua hierva, agrega la mezcla de harina de maíz a la cacerola, batiendo constantemente durante 3 minutos para evitar grumos. Reduce el fuego a bajo y cocina durante 40 minutos, revolviendo cada 10 minutos. Agrega los granos de maíz y cocina por 5 minutos más. Incorpora pimienta y queso parmesano.

Vierte la polenta en un molde de 8x8 pulgadas ligeramente engrasado. Alisa la parte superior con una espátula y refrigera durante 1 hora para que cuaje.

Prepara la col rizada retirando los tallos y las nervaduras centrales. Corta las hojas en trozos de 3 pulgadas.

Corta la polenta fría en 4 triángulos grandes. Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto hasta que comience a humear. Fríe los triángulos de polenta hasta que estén dorados por ambos lados. Coloca la polenta en una bandeja para hornear.

Precalienta el horno a la función de asador (broiler).

Coloca la col rizada y 1/3 de taza de agua en la sartén usada para freír la polenta. Cubre y cocina a fuego medio-alto durante 4 minutos.

Coloca rodajas de tomate y queso de cabra sobre cada triángulo de polenta. Asa hasta que el queso se derrita y los tomates comiencen a cocinarse.