Lávate las manos con agua y jabón.

Precalienta el horno a 425 °F. Unta ligeramente las bandejas para hornear usando tu mano limpia o una toalla de papel.

Mezcla la harina, el polvo de hornear y la sal en un tazón pequeño.

Usa los agujeros grandes de tu rallador para rallar la papa, luego ralla la cebolla.

Coloca la mezcla de papa y cebolla en el colador dentro del fregadero. Usando una toalla de papel, presiona la mezcla de papa hacia abajo para exprimir y absorber algo del exceso de humedad. Revuelve y vuelve a secar.

Pon la mezcla de papa en un tazón grande, añade el huevo y mezcla bien. Agrega la mezcla de harina y mezcla muy bien.

Usa una cuchara o tus dedos para tomar una porción de la mezcla de papa del tazón y extiéndela en una forma redonda y plana de aproximadamente 3 pulgadas de ancho y 1/4 de pulgada de grosor sobre la bandeja para hornear engrasada. Repite hasta llenar la bandeja.

Hornea hasta que los fondos estén dorados, de 15 a 20 minutos, luego voltea las tortitas y hornea durante otros 10 minutos.