Reúne los ingredientes.

Engrasa un molde cuadrado de 8 pulgadas.

Coloca el azúcar y el cacao en polvo en una cacerola mediana; vierte la leche y revuelve hasta que se mezclen. Ajusta el fuego a medio-alto y revuelve constantemente hasta que la mezcla comience a hervir.

Reduce el fuego a bajo y coloca un termómetro de caramelo en la cacerola. Deja que la mezcla hierva suavemente sin revolver hasta que la temperatura alcance los 238°F (114°C) cuando se mida con un termómetro de caramelo, aproximadamente 10 minutos.

Si no tienes un termómetro de caramelo, deja caer una pequeña cantidad de la mezcla en agua fría; si forma una bola blanda que se aplana al retirarla del agua y colocarla sobre una superficie plana, estará lista.

Retira del fuego. Deja enfriar a 110°F (43°C), de 50 a 70 minutos. No muevas el dulce mientras se enfría.

Agrega la mantequilla y la vainilla al dulce. Bate con una cuchara de madera hasta que esté bien incorporado y el dulce pierda su brillo; no batas menos de lo necesario.

Vierte el dulce en el molde preparado y presiona para aplanarlo. Deja enfriar a temperatura ambiente o en el refrigerador antes de cortarlo en cuadrados de 1 pulgada.