Corta la calabaza por la mitad y quita las semillas. Coloca el lado cortado hacia abajo en una bandeja para galletas forrada con papel de aluminio ligeramente engrasado. Hornea a 325 grados F (165 grados C) durante 30 a 40 minutos, o hasta que la pulpa esté tierna cuando se pincha con un tenedor. Deja enfriar hasta que esté apenas tibio. Raspa la pulpa de la cáscara. Machaca o tritura en lotes pequeños en una licuadora. Aumenta la temperatura del horno a 450 grados F (230 grados C).

En un tazón grande, bate ligeramente los huevos. Agrega el azúcar moreno, harina, sal, 2 tazas del puré de calabaza, especias para pastel de calabaza y leche evaporada. Mezcla bien después de cada adición.

Vierte la mezcla en la cáscara de masa sin hornear. Coloca una tira de papel de aluminio alrededor del borde de la masa para evitar que se dore demasiado. Hornea 10 minutos a 450 grados F (230 grados C), luego reduce la temperatura del horno a 350 grados F (175 grados C). Hornea otros 40 a 50 minutos, o hasta que un palillo insertado cerca del centro salga limpio. Retira la tira de papel de aluminio unos 20 minutos antes de que el pastel esté listo para que el borde de la masa esté de un dorado claro.