Coloca las patatas en una olla grande y cúbre con agua. Agrega 1 cucharada de sal y lleva a ebullición a fuego alto. Reduce el calor a medio-alto y cocina hasta que estén tiernas al pincharlas con un tenedor, unos 12 a 15 minutos; escurre.

Precalienta el horno a 425°F (220°C).

Cubre una bandeja para hornear con borde con papel pergamino o papel aluminio y cubre con 1 cucharada de aceite de oliva. Coloca las patatas en una sola capa sobre la bandeja. Usando un frasco o vaso con fondo pesado, aplasta las patatas hasta un grosor de 1/2 pulgada, teniendo cuidado de no separar completamente las patatas. Rocía las patatas aplastadas uniformemente con la cucharada restante de aceite y espolvorea con la cucharadita restante de sal y pimienta.

Asa las patatas en el horno precalentado, volteándolas a la mitad del tiempo de cocción, hasta que estén muy crujientes y doradas, unos 40 a 50 minutos.

Mientras tanto, prepara el aderezo. Combina la miel, la mostaza integral, la mostaza amarilla, la mayonesa y el vinagre de sidra de manzana en un tazón grande y mezcla hasta que esté bien combinado.