Coloque la harina en una superficie de mármol o madera. Haga un pozo en el centro; agregue los huevos y la sal. Bata suavemente los huevos con un tenedor, incorporando la harina circundante, hasta que la mezcla esté líquida. Incorpore la harina restante al batido usando una rasqueta hasta que la masa forme una bola. Agregue agua, una cucharada a la vez, si la masa se siente demasiado dura.

Amase la masa aplanando la bola, estirando y doblando la parte superior hacia el centro. Gire 45 grados y repita hasta que la masa esté suave y lisa.

Forme la masa en una bola. Colóquela en un bol y cúbrala con plástico. Refrigere hasta que esté firme.

Espolvoree la superficie de trabajo con harina. Divida la masa en 3 porciones iguales. Aplane una pieza, luego enrolle de 5 a 6 veces con un rodillo. Gire la masa 45 grados y enróllela de 5 a 6 veces más. Continúe enrollando y girando hasta que la masa tenga un grosor de 1/16 de pulgada.

Corte la masa en hojas manejables y estrechas. Espolvoree generosamente con harina y enrolle suavemente en troncos. Corte los troncos en tiras de 1/4 de pulgada de grosor. Desenrolle las tiras y mezcle generosamente con harina. Deje que los tagliatelle se sequen al aire.

Lleve a ebullición una olla grande de agua con sal. Agregue los tagliatelle y cocine hasta que estén tiernos pero aún firmes al morder.