Precalienta el horno a 500°F (260°C). Mezcla la harina con levadura, azúcar y queso Parmigiano-Reggiano en un tazón. Agrega aceite de oliva y yogur griego, y mezcla hasta que se forme una masa desordenada.

Amasa hasta que esté suave y elástica, aproximadamente 3-4 minutos. Agrega agua o harina solo si es absolutamente necesario.

Divide la masa en dos partes iguales y enrolla una parte en un rectángulo de 1/8 de pulgada de grosor sobre una superficie enharinada.

Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino y espolvorea con 1 cucharada de harina de maíz. Transfiere la masa extendida a la bandeja.

Unta la mitad de la salsa para pizza sobre la masa y agrega mozzarella, Parmigiano-Reggiano, pepperoni y rocía 1 cucharadita de aceite de oliva.

Hornea la pizza durante unos 15 minutos hasta que la corteza esté dorada y las coberturas burbujeen. Deja enfriar durante 5 minutos antes de cortar.