Precalienta el horno a 375 grados F (190 grados C).

Seca los muslos de pollo con toallas de papel y recorta el exceso de piel y grasa. Sazona cada muslo de pollo con sal y pimienta por ambos lados.

En una sartén grande apta para horno, calienta el aceite de oliva y la mantequilla a fuego medio.

Cuando la mantequilla esté burbujeando, añade los muslos de pollo. Ten cuidado de no llenar demasiado la sartén, trabaja en tandas para dorar cada muslo, de 3 a 5 minutos por lado. Cuando todos los muslos estén dorados, retíralos a un plato y mantenlos calientes.

En la misma sartén, añade las cebollas picadas y el chile rojo picante. Cocina hasta que las cebollas comiencen a ablandarse, aproximadamente 3 minutos. Añade el ajo, el condimento italiano y los copos de chile rojo triturado y cocina hasta que el ajo esté fragante, unos 30 segundos.

Incorpora el vino, agrega la pasta de tomate y cocina durante unos 3 minutos. Añade los tomates triturados y la albahaca picada y cocina hasta que la salsa se espese ligeramente, unos 5 minutos.

Coloca los muslos de pollo dorados, con la piel hacia arriba, en la salsa y añade los jugos acumulados.

Coloca la sartén en el horno; hornea hasta que un termómetro de lectura instantánea marque al menos 165 grados F (74 grados C) cuando se inserte cerca del centro de los muslos de pollo.