Calienta una sartén grande a fuego medio-alto. Cocina y revuelve el pollo molido en la sartén caliente hasta que esté dorado y desmenuzado, de 5 a 7 minutos; escurre y desecha la grasa.

Derrite la mantequilla en la sartén con el pollo cocido. Mezcla la salsa picante de pimienta cayena en la mezcla de pollo y retira del fuego.

Exprime tanto líquido como sea posible del queso ricotta usando un paño de queso o toallas de papel; pon el queso escurrido en un tazón grande. Añade la mezcla de pollo al queso y mezcla. Refrigera hasta que esté completamente frío, de 3 a 4 horas.

Precalienta el horno a 190 grados C (375 grados F). Prepara un molde para hornear de 23x33 cm con spray para cocinar.

Lleva a ebullición una olla grande con agua ligeramente salada. Cocina las conchas de pasta en el agua hirviendo hasta que estén cocidas pero firmes al diente, aproximadamente 10 minutos; escurre. Enjuaga con agua fría hasta que ya no estén calientes; escurre.

Rellena las conchas de pasta cocidas con la mezcla de pollo y colócalas en el molde preparado. Espolvorea la mezcla de queso Cheddar-Monterey Jack sobre las conchas rellenas; sazona con sal y pimienta.