Lleva el agua y el arroz a ebullición en una cacerola a fuego alto. Reduce el fuego a medio-bajo, tapa y cocina a fuego lento hasta que el arroz esté tierno y el líquido se haya absorbido, de 20 a 25 minutos.

Mientras tanto, derrite 1 cucharada de mantequilla en una sartén grande a fuego medio. Cocina y revuelve la cebolla y el ajo en la mantequilla derretida hasta que la cebolla esté translúcida, de 5 a 6 minutos.

Agrega la cucharada restante de mantequilla y deja que se derrita. Incorpora el chile en polvo, el pimentón, el comino, la pimienta negra, la pimienta de cayena, el clavo y la nuez moscada; cocina, revolviendo con frecuencia, durante 2 minutos más.

Incorpora los frijoles negros y la salsa de tomate, luego lleva a ebullición suave. Reduce el fuego a bajo y cocina hasta que los sabores se mezclen, aproximadamente 10 minutos.

Retira del fuego y mezcla el cilantro. Deja reposar hasta que el cilantro se marchite, unos 5 minutos.