Precalienta el horno a 400 grados F (200 grados C) y engrasa un molde para muffins de 12 tazas o forra con papelillos.

Mezcla la harina, el polvo para hornear, la sal y el azúcar en un tazón grande; haz un hueco en el centro.

Bate el huevo con un tenedor en un tazón pequeño o en una taza medidora de 2 tazas; mezcla el huevo con la leche y el aceite.

Vierte la mezcla de huevo de una vez sobre la mezcla de harina; mezcla rápidamente y ligeramente con un tenedor hasta que esté apenas humedecido. La masa estará grumosa.

Coloca la masa en los moldes para muffins preparados, llenando cada uno hasta 3/4 de su capacidad.

Hornea en el horno precalentado hasta que al presionar ligeramente la parte superior, ésta vuelva a su lugar, aproximadamente 25 minutos.