Mide la mantequilla y la manteca en un plato, ponlo en el congelador durante unos 20 minutos.

Mide la harina de pastel, la harina para todo uso, el azúcar, la sal y el polvo de hornear en el bol de un procesador de alimentos. Pulsa durante unos segundos para mezclar.

Agrega la mitad de la mantequilla fría y la mitad de la manteca fría al procesador con los ingredientes secos. Pulsa encendido y apagado durante 1 minuto, raspando dos veces durante este proceso.

Agrega la mantequilla fría restante y la manteca fría. Corta brevemente en el procesador, dejando trozos del tamaño de un guisante visibles. No mezcles demasiado.

En una taza medidora, mezcla la yema de huevo y el vinagre, luego agrega los cubos de hielo y el agua. Enfría la mezcla durante 3-4 minutos.

Transfiere la mezcla de harina-manteca a un bol grande para mezclar. Espolvorea aproximadamente 4-5 cucharadas de la mezcla de huevo-agua-vinagre gradualmente mientras mezclas suavemente con un tenedor. Evita mezclar demasiado.

Envuelve la masa en papel film o colócala en una bolsa de plástico, luego refrigérala o congélala para uso futuro.