Reúne todos los ingredientes.

Precalienta el horno a la función de asar; coloca la rejilla del horno a unas 6 pulgadas por debajo de la fuente de calor. Forra una bandeja para hornear con papel aluminio.

Coloca los pimientos en la bandeja para hornear preparada y asa hasta que las pieles estén ennegrecidas y llenas de ampollas, aproximadamente 10 minutos. Usa pinzas para girar los pimientos con frecuencia para carbonizar todos los lados. Coloca los pimientos ennegrecidos en un tazón y sélalo herméticamente con plástico. Deja que los pimientos se cocinen al vapor mientras se enfrían, aproximadamente 15 minutos.

Retira la piel de los pimientos, luego haz un corte por el lado largo de cada uno para quitar las semillas y el corazón.

Enjuaga los pimientos por dentro y por fuera y sécalos con toallas de papel. Rellena los pimientos con tiras de queso.

Bate las yemas de huevo y el polvo de hornear en un tazón hasta que se combinen.

Bate las claras de huevo con una batidora eléctrica en un tazón aparte hasta que formen picos firmes.

Incorpora suavemente las claras batidas a la mezcla de yemas. Coloca la harina en un tazón poco profundo aparte.

Derrite la grasa vegetal en una sartén a fuego medio. Enharina cada pimiento relleno, sacude el exceso de harina y sumérgelo en la mezcla de huevo para cubrir ambos lados.

Coloca suavemente los pimientos cubiertos en la grasa caliente. Fríe los pimientos hasta que estén ligeramente dorados y el queso se haya derretido, aproximadamente 5 minutos por lado.